Prácticamente siete meses son los que han pasado desde que comenzó suspensión de las clases presenciales debido a la pandemia del Covid-19. Pero esta distancia física entre los alumnos y sus docentes no ha sido impedimento para que los niños sigan recibiendo los contenidos y desarrollando sus aprendizajes. Es el caso de la profesora Cristina Barría, docente a cargo del 3° y 4° básicos de nuestra escuela, para quien esta nueva forma de educar ha sido diferente, pero no por ello menos enriquecedora. “Este tiempo me ha permitido conocer la realidad de mis alumnos, sin duda ha sido un aprendizaje y he podido establecer una mayor conexión con ellos y sus familiares. Lo mejor que me ha pasado durante esta pandemia ha sido el crear lazos con mis alumnos y apoderados”, reflexiona.
La metodología de trabajo que ha utilizado para continuar los procesos educativos con sus estudiantes, ha sido la de entregar personalmente las guías a los niños y niñas, así como también el material apoyo para realizar sus actividades, fotocopias de los libros sin costo para los apoderados y videollamadas, mientras la recepción de las guías y trabajos es a través de fotos, las cuales son evaluadas. “Además, respondo consultas por teléfono, whatsapp y realizo visitas a los niños que han solicitado el apoyo”, indica, destacando que lo más difícil de este período ha sido la distancia y la mala señal telefónica, “ha sido una dificultad, pero no un impedimento para llegar a la mayoría de mis alumnos, me he preocupado de llamarlos, visitarlos, especialmente a aquellos niños que han requerido mi apoyo presencial”.
